El tiempo se hace interminable cuando esperas algo con ansiedad, pero una vez llegado el momento ansiado, este pasa veloz como una ráfaga de viento que nos acaricia el rostro mientras sigue su camino perdiéndose en la lejanía.
Así fue este “mercadillo solidario” que para nuestra pequeña escuela supuso un gran esfuerzo, mucha dedicación y grandes dosis de ilusión. Pero si algo hay que destacar por encima de todo son las enseñanzas que nos deja. La solidaridad bebe de muchas fuentes, de la generosidad, del respeto, de la equidad, la empatía, la igualdad… y todos estos valores son los verdaderos pilares de los derechos humanos, valores que debemos entrenar durante toda la vida.
Fue un mercadillo emocionante, emotivo… que a pesar de lo rápido que ha pasado (los buenos momentos siempre nos parecen cortos), su recuerdo va perdurar en el tiempo, y nos va a servir como elemento detonante para que en el futuro, la solidaridad sea algo directamente asociado a nuestra escuela y un distintivo para nuestra asociación. Un día después del mercadillo, docentes y familias mostramos la intención de no abandonar este blog ni esta marca creada, “Barrado Solidario” aspira a ser un lugar de encuentro para toda la comunidad educativa interesada en temas relacionados con la solidaridad y los derechos humanos.
En este mercadillo fuimos capaces de recaudar más de mil seiscientos euros para “Payasos sin fronteras”, pero sobre todo hemos conseguido ser un gran equipo con capacidad para asumir nuevos retos, nuevas iniciativas solidarias que sirvan de aprendizaje continuo para que nuestros hijos nunca olviden trabajar por un mundo más justo.
Aunque el viento pase veloz por delante de nosotros, se lleva consigo unas cualidades únicas que sabremos distinguir en el momento en que pongamos de nuevo todos nuestros sentidos a trabajar. Gracias a toda la comunidad educativa, docentes, escolares y familias de todo el CRA por hacer entre todos un día grande muy especial.